Que hoy puedas ver a un pastor con su rebaño en algún monte del país es, además de un caso excepcional, un ejemplo de resistencia. Ejercer hoy como pastor es casi una hazaña heroica. No sólo por la dureza que implica no tener vacaciones ni fines de semana libres, sino por toda la burocracia y las dificultades a las que tienen que enfrentarse para poder salir a pastar con el rebaño.
Que veas a un pastor significa que, en ese territorio, la ganadería extensiva sobrevive y, por tanto, los campos están limpios, cuidados y abonados. Todo esto repercute en que el riesgo de incendios se reduce notablemente, la flora está en permanente regeneración y las razas ganaderas autóctonas, pueden pastar de manera natural desarrollando una carne de mayor calidad.
La ganadería extensiva también contribuye a fijar población en el medio rural y a mantener vivos los pueblos. Sin embargo, la contrapartida económica que reciben los pastores por toda esta labor, sería cercana a cero, si no fuera por las ayudas de la Política Agraria común (PAC).
Mientras observo las movilizaciones de agricultores y ganaderos, pienso en los pastores, un oficio que parece estar al margen de las protestas, pero nada más lejos de su realidad. Su aportación ecosistémica al medio, tiene tanto que ver con la agricultura, como con la ganadería. Sin embargo, en nuestro imaginario social, nos parece un colectivo ausente, disperso entre los montes que caminan de manera incansable.
Quiero conocer más a fondo la situación de estos grandes olvidados, inevitablemente ligados a todo lo que significa vivir en el medio rural. Que su trabajo sea solitario, no debe de hacerlos invisibles, ni mucho menos ponerlos en un lugar inferior al resto de profesiones del sector primario.
La asociación Pastores por el Monte Mediterráneo, dedica una gran parte de su esfuerzo a luchar contra la desaparición del pastoreo y a devolverles su valía e importancia. Está integrada por pastores y ganaderas, que colaboran con la Red de Áreas Pasto-Cortafuegos de Andalucía (RAPCA). Cuentan con personal técnico especializado en agricultura y ganadería, especialistas en gestión del medio natural y educación ambiental, así como equipos de investigación científica. Desde su nacimiento en el año 2009, ha participado en diversos proyectos, reforzando y complementando iniciativas relevantes en este área de trabajo como, por ejemplo, la Escuela de Pastores de Andalucía.
Alejandro Gallego, tesorero de la asociación, me explica que su puesta en marcha surge en torno a un proyecto importado de Francia, que integra a todos los actores de un territorio para asegurar su conservación medioambiental y la economía de sus pobladores. Tal es el caso de los pastores y la función de sus rebaños en la prevención de incendios.
Uno de los espacios naturales andaluces donde se desarrolla el proyecto RAPCA, es en la Sierra de las Nieves (Málaga), el ámbito de actuación de la asociación. Según explica Alejandro: “la idea principal se sustenta en que la administración pague a los pastores de la zona para que, con sus rebaños, mantengan el monte a raya y limpio ante posibles incendios. Además de la labor ecosistémica, se incentiva y se remunera el trabajo del pastoreo”.
La Red de Área Espacios Cortafuegos, está financiada por la Junta de Andalucía. Se pone en activo hace unos 15 años y a lo largo de este tiempo, se ha convertido en un referente para el resto de España, “más aún – indica Alejandro- cuando se empiezan a obtener datos del ahorro económico que supone en maquinaria y en el personal que sería necesario para el mantenimiento del monte”.
La Red está formada por pastores, investigadores y técnicos de medio ambiente, encargados estos últimos, de evaluar el grado de cumplimiento de la labor de los pastores. Esta parte de la cadena donde se genera interacción con el personal técnico “es muy importante porque se da un diálogo y una comunicación con los pastores, que ha dado un giro radical a la relación que se tenía habitualmente con la administración y que nunca fue fácil. En muchos casos, se crean lazos de amistad. Estos técnicos a su vez, les resultan de gran ayuda a la hora de ejecutar trámites administrativos y papeleos”.
Los pastores son grandes observadores del medio que transitan. Lo saben bien en la asociación pues “nos sirven como una antena muy potente para conocer muchas cosas del parque natural en el que operamos, por ejemplo, el tipo de flor que está naciendo o el estado de la altura de la hierba”.
Una de las mayores demandas que han ido recogiendo del colectivo, es la necesidad que tienen de reunirse. Por ello “hacemos borregadas y otro tipo de encuentros, para incentivar que se vean y tengan la posibilidad de intercambiar información entre ellos”. Estas reuniones son también muy útiles para la asociación porque aprovechan para recopilar las necesidades y problemas más habituales que se encuentran.
En una de las asambleas, decidieron que era importante trasladar la labor del pastoreo a las poblaciones de la Sierra. “Para ello, redactamos un proyecto que se desarrolla en municipios de menos de 5.000 habitantes, donde vamos a centros escolares y explicamos la situación de la población ganadera y agrícola. Por ejemplo, cómo la desaparición de la actividad agrícola extensiva repercute en los incendios”.
Las producciones locales son fundamentales para que estos espacios se conserven. Muchos habitantes de pequeñas localidades viven prácticamente de lo que producen. «Hemos sacado un catálogo con todos los productos locales de la zona. Ahora estamos en la fase de venderlos por comedores escolares, hospitales y restaurantes. También hemos creado una serie de actividades orientadas al curriculum del profesorado, donde explicamos diferentes tipos de semillas, comparamos olivares ecológicos con otros que no lo son, o llevamos a apicultores, pastores u otros oficios para que expliquen su trabajo. De esta manera queremos que las personas sean conscientes de la labor imprescindible de estas profesiones para el medio natural. Por otra parte, los niños pueden plantearse otras opciones para el futuro y no solo mirar a la ciudad como salida”.
Los ganaderos de la zona se encuentran con una problemática redundante que viene de lejos. Se trata de que en Málaga no existen mataderos de pequeños rumiantes. Así es que, a la hora de sacrificar al animal, no queda otra que ir al matadero principal en Morón. “En Málaga hay medio millón de rumiantes, hacer un trayecto tan largo, supone estar muchas horas de calor metidos en un camión”.
Para subsanar esta problemática, la asociación ha promovido los pequeños mataderos alternativos los cuales, hasta ahora, solo existían en Cataluña. “Hay tres modelos: el del propio pastor que mata en su finca siguiendo con una serie de parámetros de seguridad e higiene; el matadero comarcal; y el matadero móvil, que es un camión que se va desplazando por los pueblos con los útiles necesarios para el sacrificio”. Esta idea va avanzando y, como afirma Alejandro, “sería toda una ventaja para el pastor ya que podría ser él directamente el que, cumpliendo con toda la normativa para establecer su propio matadero, después de sacrificar a los animales en su propia finca, pueda vender su carne a los negocios cercanos, sin necesidad de intermediarios. Esto ya se hace en bastantes países de Europa”.
Otro de los grandes pilares en los que trabaja la asociación, es la Escuela de Pastores, que depende de la Junta de Andalucía. “Casi todos los alumnos que vienen son hijos de ganaderos. Algunos desean incorporarse a la explotación, estimulados por las subvenciones que existen y se hacen con la explotación para poder acceder a la ayuda”. Aquí está bien resaltar que, sin dicha subvención, el trabajo del pastor sería prácticamente inviable en términos económicos.
“El pastor es una salida laboral muy dura – continúa- no tienes vacaciones ni fines de semana, los animales no entienden de eso, además de solitaria. Nosotros estamos empujando para que exista una bolsa de pastores, precisamente para que si un pastor se quiere ir de vacaciones, pueda tener una sustitución que se lo permita. Si al menos se lo pusieran fácil. Pero hay muchísimos problemas administrativos, licitación de pastos, temas sanitarios…es abrumador los problemas a los que se tienen que enfrentar todos los días”.
Le pregunto por la situación actual en cifras, de los pastores que ejercen por la zona. Para contestarme, me pone un ejemplo muy representativo, “mañana vamos a la localidad de El Burgo, cerca de Ronda, un pueblo donde hace unos años, todos eran pastores. Hoy solo queda uno. Es un trabajo muy cuesta arriba, hay muy poca apuesta por ellos desde la administración. A veces parece que prefieren tener a todos los animales dentro de una nave comiendo pienso porque así no les da lío. Quién quiere ser pastor, acaba agotado. Muy pocos de la Escuela llegan a ejercer, quizás solo un 10% del alumnado. Sin embargo la formación es impresionante. La Escuela los lleva a Francia para que vean otros ejemplos y, aquí, se les asigna un pastor tutor que los acoge durante un tiempo para que experimenten la realidad del día a día”.
Agricultura, ganadería, pastoreo, agua, preservación de la naturaleza… todo parece una labor titánica, cuando son los pilares de la vida. Sin eso, no hay nada. “Los ganaderos están desapareciendo, es un hecho – comenta Alejandro- Entre la falta de lluvias, la subida de los precios en general y del pienso, porque apenas hay pastos disponibles, se trata de un verdadero drama del que somos más conscientes los que vivimos cerca de los territorios afectados. Por eso es tan importante que este proyecto siga en marcha y dure en el tiempo”.
Como hemos visto, resituar la figura del pastor en la sociedad, es el objetivo general de la asociación, “si los pastores desaparecieran, habría que inventarlos de nuevo. Los proyectos que estamos desarrollando es una forma de hacer llegar esa importancia y además, facilitarles el trabajo por medio de los mataderos alternativos, que puedan cobrar su subvención de la PAC y demás. También intentamos romper algunos paradigmas relativos al tema del consumo de cordero y cabrito. Si lo piensas, solo se consumen en momentos especiales sin embargo, son carnes de mucha calidad y accesibles que podríamos tener más presentes en la dieta”.
Pastores por el Monte Mediterráneo, abarca muchas áreas. Aquí y gracias a Alejandro, he intentado retratar la situación del pastoreo en la Sierra de las Nieves aunque me temo que su situación, no dista mucho de la que tienen en otros lugares de la geografía española.
Quizás su ejemplo sirva de inspiración para replicar alguna de sus actividades en otros lugares pues, a pesar de todas las dificultades que se han encontrado para poder conseguir financiación – esto merecería un capítulo aparte- Pastores por el Mediterráneo ha puesto en marcha tres grandes proyectos matriz, COMPÁS, MADRE y FORMACIÓN que abarca mucho más en cuanto a la defensa del medio natural y el mantenimiento de los oficios serranos.
Si estás interesado en conocer todas las actividades de la asociación, te recomiendo que le eches un vistazo a su página web: http://pastoresmonte.org/ También los encontrarás en redes sociales.