Catorce mozas son las que componen, a día de hoy, este colectivo interseccional de identidades lgtbiqa+ interesadas en fomentar la visibilización de la diversidad cuir y del folclore murciano. Personas que, combinando sus distintos estudios y trabajos, no quieren olvidar una reivindicación sobre la identidad y la cultura en esta Región demasiado herida por el olvido, la construcción irrespetuosa y una historia que se pierde entre su huerta.
“Queremos visibilizarnos y evidenciar que nuestra existencia no solo es compatible, sino también necesaria para el folclore. Del mismo modo, el folclore nos sirve como altavoz y herramienta para romper roles de género, para establecer un diálogo con lo rural, con las periferias y con las formas diversas de vivir fuera de la norma”.
Además de luchar con trovos, jotas y colectividad, donde el respeto es el único requisito para acceder a sus eventos, han hecho suyo otro orgullo más: el orgullo de la ruralidad, en ocasiones tan denostado y malinterpretado.

¿Cómo surge AchoCuir?
Irene: somos un grupo de amigas que llevamos varios años yendo a otros festivales como el AgroCuir (Galiza), el SerranaCuir (Comunitat Valenciana), el Veracuir (Extremadura) o el CamerosCuir (La Rioja). De todos ellos, el Agrocuir es el que tiene más solera ya con 10 ediciones. Después de aprender mucho y debatir con estos otros colectivos, nos gustó la hazaña de traer sus ideas a Murcia.
Aquí todas somos de pueblo y pensamos que en la Región tenemos todos los ingredientes para hacerlo real: un folklore vivo, una tradición agrícola, narración oral, canto, trovos, jotas… Además creemos que es necesario reivindicar el rural murciano.
Empezamos diciéndolo de broma. Pero hace un año empezamos a formar un grupo más serio, convocando asambleas y reuniones y marcándonos unos objetivos claros, como la idea de crear un gran evento de diversidad y ruralidad.
Y ese evento es AchoCuir el cual se celebró el pasado sábado 29 de noviembre y ha sido un exitazo total ¿Qué ha sido lo que más os ha inspirado de lo que veíais en otros territorios?
Lo más inspirador fue un taller impartido en el AgroCuir de Galicia, llamado: “Un agrocuir en cada aldea”. La base era la de llevar este modelo de festival, a las peculiaridades de cada territorio donde se ponga en marcha. Allí tuvimos muchos debates muy interesantes y emocionantes, con participación de gente de todas las edades.
Los objetivos que compartimos en toda esta Red son: visibilizar la diversidad cuir en los ambientes rurales en un contexto festivo, reivindicar y dar a conocer el folclore murciano desde un punto de vista intergeneracional e interseccional y fomentar la protección de los ecosistemas naturales y culturales.
Cuéntame más sobre esa red que mencionas a nivel nacional
A final de año está previsto que se haga el primer encuentro de: Orgullos Rurales en Red, con todos los grupos que hemos arrancado con estas iniciativas. Pero claro, todo conlleva mucha organización y coordinación. La fecha aún no está del todo clara.

Pero AchoCuir no es solo un colectivo ni un festival, hacéis más cosas a lo largo del año…
Sí, así es. Hacemos eventos más pequeños como: taller de trovos, de encurtidos, bingo musical, cenador vegano… queremos tener una continuidad. Aunque es verdad que el festival es ahora bastante prioritario para nosotras.
A parte de todo el tema de pedir permisos varios u otros apoyos para poder realizarlo ¿Cómo habéis hecho para reunir el dinero suficiente?
Hemos hecho un croudfunding que ha superado todas las expectativas. Esto ha sido básico para poder montar nuestro primer Festival AchoCuir. Anteriormente montamos algún pequeño evento en la Distribuidora ( local social ubicado en la capital murciana) con venta de bebida o participaciones en un bingo musical. También tenemos cuota de socias. No queremos que todo se reduzca al Festival pero es verdad que estamos trabajando muy duro y con mucha ilusión para este proyecto.
El rural murciano necesita “un meneo”, ¿eh?
Eso creemos, sí. También queremos demostrar que en el mundo rural siempre ha habido diversidad lgtbiqa+ y hay que disfrutarla. En las ciudades, el Colectivo está más normalizado que en el rural donde, por desgracia, se produce un exilio por motivos de identidad de género. Esto es lo que se llama “sexilio”.
Desde ruralismos.es seguiremos muy cerca las hazañas de este grupo de valientes que han llegado para darle mucha jota «gÜena» al cuerpo y a las mentes.









