Trópico de Covadonga, Rodrigo Cuevas

Abr 5, 2022 | Papel, Música y Pantalla

Carmen Díaz-Beyá

Carmen Díaz-Beyá

5 de abril de 2022

Corría el año 2020 en pleno confinamiento, cuando descubrí a este “agitador folclórico” como él mismo se denomina. Me encontraba realizando un curso sobre emprendimiento en el medio rural, cuando en una de las sesiones online, nos hablaron de Rodrigo Cuevas. Entré a su página web: https://rodrigocuevas.sexy/ y ya no pude dejar de pinchar enlace tras enlace. Primero viendo sus creativos y comunitarios vídeos musicales, luego leyendo sobre su historia personal y las grandes reivindicaciones que hay detrás de cada uno de sus espectáculos.

En sus espectáculos, Rodrigo Cuevas recupera tradiciones e historias asturianas para traerlas aquí, al momento presente hasta hacerlas universales, como una peculiar llamada de atención sobre el tiempo en que vivimos, con lo bueno que tiene, pero también con lo rancio que arrastramos. Toca temas tan universales a la par que locales, como la homofobia, las guerras o las desigualdades sociales.

En este caso quiero hablaros de Trópico de Covadonga y de mi experiencia al ver su espectáculo en el Teatro Circo de Murcia.

Antes si quiera de entrar al Teatro ya se presentía la magia que solo personas como Rodrigo son capaces de generar. Su inmediata presencia así como su clara y alegre reivindicación del folclore, animó a algunos espectadores a venir ataviados con trajes huertanos o con esparteñas por calzado. Una vez ya dentro entre refajos y esparteñas o vaqueros y vestidos, lo que estuvo claro es que no quedó ni un asiento por ocupar.

Rodrigo empieza el espectáculo junto al público, como no puede ser de otra manera. Acompañado de cuatro músicos igualmente cercanos y profesionales, recorre la sala y saluda a todos, sin olvidar a los que estamos ubicados en el gallinero, a los “pobres” como nos llama él de manera irónica.

Durante las casi dos horas que nos acompaña Rodrigo, canta, baila, hace monólogos, interactúa con nosotros, nos enseña letras en asturiano y nos cuenta historias de sus pueblos aledaños. Incluso se hace un pique amistoso y espontáneo, a modo de trovo huertano, con algunos folclóricos profesionales de la zona, que estaban presentes entre el público.

Antes de verlo actuar, me preguntaba cómo habría podido conectar su particular movimiento de la agitación folclórica de base asturiana, con un espectáculo cercano para cualquier vecino de “las Españas”. El cómo lo ha hecho, es algo que solo él sabe, como gran artista que es. Pero el qué, el resultado, es algo que, en mi caso, sobrepasó todas las expectativas. La explicación quizás haya que buscarla en la esencia del folclore en sí mismo pues, como él mismo defiende: “El folclore es un ser vivo que se extiende por toda la faz de la tierra, como un micelio, no entiende de barreras físicas ni políticas”.

Deseando estoy de ver su siguiente espectáculo: Barbián, un repertorio de zarzuela rural. Por cierto, esta palabra viene del caló “barbán” y significa “aire”. En castellano se utiliza para referirse a alguien desenvuelto, gallardo, atrevido. Por suerte no habrá que esperar mucho para verlo pues ya ha comenzado su nueva gira.

Para más información: https://rodrigocuevas.sexy/barbian-zarzuela/

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