La muestra artística rural “Estoesloquehay” comenzó hace 20 años. Dos décadas de música, arte y cultura itinerante, que llena de creatividad los pueblos en los que se celebra desde entonces.
Pablo Pérez Terré es el director y creador de la muestra. Buen conocedor de los territorios poco poblados, pero llenos de vida, decidió hacer el camino a la inversa. Después de haber trazado su mapa profesional en Barcelona, regresó a Huesca para desarrollar a lo largo y ancho de todo Aragón, su plan de cultura itinerante.
¿Cómo empezó todo?
– Cuando comencé esta aventura tenía 24 años y no son edades muy dadas a la reflexión… Estoesloquehay se planteó como una necesidad contrapuesta a la tendencia imperante en esos años en los que era visto con normalidad mudarse a las grandes ciudades. Todo lo vinculado a la urbe, era entendido como el proceso normalizado de quien pretendía prosperar, al menos en el mundo del arte o de la cultura. De algún modo, pude advertir un potencial que con los años ha resultado ser acertado: una parte importante de la sociedad clama por recuperar un estilo de vida que lo conecte con el territorio, con el campo y con más respeto al medio ambiente.
Sí, me parece observar que hay una parte minoritaria aunque considerable de la sociedad, que está en búsqueda de otra forma de vida, lejos de los paradigmas del sistema capitalista…
–Además, la creciente conciencia global de que el modelo extraccionista ha supuesto un deterioro radical de los valores de la sostenibilidad, está cambiando nuestros hábitos de consumo, incluyendo la cultura. Es ante el reto de las amenazas del presente y del futuro, donde el campo tiene y está ofreciendo una alternativa. En este aspecto, no se trata únicamente de revertir el consabido flujo campo-ciudad, si no de combatir la idea de que la ciudad es el paradigma y monopolio de la cultura, de la modernidad y de la oportunidad.
Lo que comenta Pablo sobre la idea de la ciudad como «monopolio de la cultura», me hace pensar en la raíz de la misma palabra cultura: «cultus» tan ligada al cuidado del campo y posteriormente ampliada al cultivo de cualquier facultad personal. Es curioso como nos desviamos del origen de las cosas… porque, si lo pensamos bien, en términos lingüísticos, el campo, los pueblos y la cultura, siempre han estado ligados.
Como dices, hoy el paradigma mental es diferente ¿Qué puede devolver al medio rural su virtud cultural?
– El medio rural debe mostrar su potencial sin complejos y aceptar el desafío. Llevar a cabo proyectos culturales que atiendan estos espacios, tratar de cumplir con la búsqueda de un impacto que contemple lo social, lo cultural y lo medioambiental -algo que debería por otra parte ser ineludible para el desarrollo en el mundo contemporáneo- y obrar con respeto en el entorno. Todo junto, se ha convertido en una obligación para la sostenibilidad, además de resultar mucho más motivador trabajar en proyectos con un propósito de “bien mayor” que no se limite a la mera creación de riqueza.
Soy bastante friki de las nuevas narrativas, de los relatos con los que construimos la supuesta realidad compartida. Tú que estás tan próximo al desenvolvimiento cultural en el medio rural ¿Qué percibes de la narrativa que se ha ido construyendo en los últimos tiempos, desde, y entorno, a los pueblos?
-Se ha evidenciado la construcción de un nuevo relato y una relación campo-ciudad diferente, sin duda alentado por movimientos de los últimos años hacia lo rural que están determinando también nuevas formas de sentir y pensar lo rural desde unos postulados reivindicativos y más conscientes de su valor. En el plano de la cultura, esta “autoconciencia de ruralidad” sin lugar a dudas ha contribuido activamente a articular espacios de convivencia, tejidos y estructuras comunitarias que favorecen una mayor calidad de vida y, en definitiva, un mayor arraigo al lugar y sentido de pertenencia a través de iniciativas culturales de diferente índole. Por desgracia también han surgido no pocos eventos que hacen del campo un mero contenedor para la celebración de festivales al uso y que emplean el discurso de la despoblación o de la mirada hacia lo rural como gancho comercial.
Bueno, aprovecharse de las circunstancias es algo que siempre ha existido y existirá… pero desde tu experiencia ¿cuál es la respuesta que recibes por parte de los pobladores?
– Frecuentemente escucho: “el pueblo no parece el mismo, esto habría que hacerlo todos los años”, lo cual es todo un halago y una gran motivación para continuar.
Antes de despedirnos le recuerdo que quiero la exclusiva del cartel de este año de “Estoesloquehay” 😉 Me contesta que estará listo en unos meses.
Es bonito conocer a gente como Pablo, que apuesta por lo que siente y lo hace, al margen de los patrones establecidos. Las personas valientes abren caminos. Espero que esta muestra artística rural perdure con toda su esencia, como mínimo otros 20 años más.