Es verano en un pequeño pueblo del sureste de España, entre la Región de Murcia y Alicante. Una tormenta amenaza con volver a desbordar el río que lo atraviesa. Una vieja creencia popular afirma que algunas mujeres están predestinadas a desaparecer con cada nueva inundación porque tienen “el agua adentro”. Ana vive con su madre y con su abuela, en una casa a la que el resto del pueblo mira con suspicacia, quizás porque la madre regenta el bar del pueblo y tiene fama de verse con diferentes hombres.
En medio de la atmósfera eléctrica que precede a la lluvia, Ana conoce a José, al que llaman “el forastero” porque, aunque es un lugareño, estuvo fuera un tiempo en Londres y ahora ha vuelto. El padre de José quiere que el chico se centre y teme que el idilio lo distraiga en el momento en que parecía que iba tomándose en serio el trabajo en el campo.
Existen en la zona relatos legendarios acerca del agua, que está maldita, tal vez por las abundantes riadas que ha habido en esa zona. Unas trombas de agua verídicas, como nos muestra la cinta, al entremezclarse con imágenes de archivo. Según la leyenda, cuando esto sucede, el agua se mete dentro de las mujeres embrujándolas.
Elena López Riera es coguionista y directora de este film costumbrista. Conoce bien el territorio del que nos habla pues es oriunda del lugar. Un territorio que, por cierto, ha sido poco retratado dentro del imaginario de la España rural: el sureste peninsular. El largometraje consigue adentrarnos en las peculiares tradiciones y formas de ser de la zona. Logra transmitir autenticidad en los personajes y en la idiosincrasia lugareña, con sus acentos y un lenguaje de miradas juiciosas. El paisaje semi-árido, los atardeceres, las palmeras y el río, son también protagonistas.
El Agua está disponible en la plataforma de Filmin.